Continúa la disputa en el cementerio Metropolitano: socio pedirá liquidación
“Mis hermanos me obligan a enterrar nuestro propio cementerio”, dice Juan Ignacio Riesco de la Sierra, dueño de más del 20% del camposanto.
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Juan Ignacio Riesco de la Sierra, que controla más del 20% del cementerio Metropolitano, está cansado del conflicto con sus tres hermanos, que dio pie a una serie de juicios y arbitrajes.
"No me queda más que pedir la liquidación de Camino Ochagavía. Lo haré en el verano. Me están obligando a enterrar el cementerio, algo que nunca he querido", dice haciendo referencia a la sociedad de la que depende el camposanto.
El socio del recinto ubicado en la comuna de Lo Espejo denuncia que un tribunal civil ha nombrado a cinco administradores neutros que han renunciado tempranamente, pues sus hermanos Víctor Manuel y Julio les han hecho "la vida imposible", asegura.
Agrega que los otros dueños del cementerio estarían recibiendo utilidades a partir de un reparto improcedente, pues la mencionada sociedad se disolvió a petición del denunciante.
-¿Por qué surgieron los problemas con sus hermanos?
-Me han perjudicado y no han aceptado una consultoría de gestión para dirimir quién tiene razón en cuanto al manejo de la empresa.
La poca competitividad que hemos tenido en décadas quedó en evidencia hace un par de años, cuando un sobrino convenció al directorio de hacer publicidad, una acción que duplicó los ingresos, elevando las utilidades $ 1.200 millones a $ 2.500 millones entre 2011 y 2013.
-¿Qué busca usted?
-Quiero una indemnización y que se haga la consultoría de gestión.
-¿Cuánto le deben?
-Por todos los problemas, del orden de $ 700 millones.
Aquí la pelea es porque ellos no quieren ganar más y yo sí, aprovechando que tuvimos la oportunidad de ser un imperio en la industria, porque fuimos los primeros privados e incluso pudimos irnos a provincias.
-¿Hasta dónde está dispuesto a llegar?
-Seguiré con la petición de liquidación, a menos que acepten la consultoría externa.
-¿Cómo sería la liquidación?
-El liquidador ve si rematará, si hará ventas o licitaciones privadas, para las cuales ya hay interesados.
-¿Qué dicen sus hermanos?
-Me atacan, me han dicho que soy enfermo mental y ambicioso. Creo que cualquier emprendedor tiene que ser ambicioso, de lo contrario no es emprendedor.
-¿Le gustaría incrementar su participación en el cementerio?
-Estoy convencido que me tendrán que indemnizar, y el dinero que reciba será un activo que me permitirá comprar una mayor participación en Camino Ochagavía.
También puede suceder que mis hermanos no acepten y el negocio se termine vendiendo. En ese caso, me gustaría asociarme con el eventual comprador del cementerio.
-¿Cuál es el potencial de crecimiento del cementerio?
-Queda un 10% del terreno de 55 hectáreas hábiles para ocupar, eso implica que tenemos como para unos doce años más de actividad.
Podríamos hacer un cinerario u ofrecer otros servicios, como esculturas en las tumbas, lo que atraería a un público más amplio que el del segmento C3-D al que históricamente hemos apuntado. Además, podríamos comprar otro terreno para el futuro.
En 2015 deberíamos alcanzar una utilidad de $ 3.500 millones si seguimos con la campaña de publicidad.